Vestigios de ruinas antiguas en Piqueras

             
En el término de Piqueras existen tres puntos que resultan atractivos por la antigüedad que representan:

Uno es LA TORRONTERA LOS MOROS situado a unos 800 metros del pueblo en dirección Sur-Este, en lo alto de un pequeño montículo rocoso en el que se pueden ver las grandes piedras bien formadas, sentadas en la base del círculo de una torre o castillo que las personas y el tiempo lo han ido destruyendo. Estas obras de más de mil años de antigüedad las realizaron personas. Hay una razón antigua como muestra, una niña de 12 años llamada Clara Baños cuando cuidaba ovejas  el año 1891, encontró dos doblillas de oro  en éste sitio.  Estas monedas acuñadas en tiempos de Enrique IV, años 1050-1106, son testigo de que antes de esos tiempos hubieron personas en ésta zona. Unas fotografías dejan ver parte de esas ruinas.



Piedras removidas en los alto de La Torrontera

Piedras asentadas en la base del círculo parte Sur-Este

Vista por la parte Este de la base de la torre

Vista por la parte Sur de la base de la torre.

Dimensiones de la base del círculo de la torre  y de
 una de las piedras desprendidas en un lado.

Una gran piedra desmontada de la base.

Grandes piedras desprendidas de las ruinas del castillo.

Ariba el cerrillo rocoso base de la Torrontera. Abajo sitio
donde se encontraron urnas cinerarias

Las peñas de la base de la Torrontera se desmoronan
y van cayendo con la erosión  y el tiempo.

Dibujo de urnas cinerarias como las encontradas
en un campo cercano a lado del camino.

EL PEÑASCAL DE LA QUEBRADA : Es un sitio donde hay indicios razonables que hacen pensar en una antigua cantera de donde se extrajeron grandes piedras. Algunas de éstas piedras como se puede ver en las fotos, son de idéntica calidad que las que hay en la base de la torre de La Torrontera. Algunas de ellas están cortadas y preparadas para darles forma y otras con la forma casi acabada. El Peñascal se encuentra a unos 600 metros hacia arriba de La Torrontera, lo que facilitaría el desplazamiento de las piedras hacia abajo.

Frente del Peñascal

En la parte alta hueco del Peñascal de la Quebrada
con toda la forma de una antigua cantera.

Piedras cortadas preparadas para dar forma y algunas 
con forma casi acabada.

INDICIOS DE RUINAS CELTIBÉRICAS: En el mapa de la provincia de Guadalajara  en el término de Piqueras, hay un punto señalado donde aparecen vestigios de ruinas Celtibéricas. Un día mirando el mapa me dije, voy a comprobar que vestigios hay en éste sitio por la curiosidad  que entraña para mi las cosas antiguas. He visitado varias veces  éste sitio haciendo varias fotografías. El sitio se encuentra partiendo de la ermita de San Sebastián en las ruinas del Caserío de Piqueruela a unos 200 metros hacia arriba en dirección Norte en lo alto del cerrillo.

Los Celtíberos según la historia fue un pueblo Preromano, establecido en La Celtiberia, territorio de la Hispania Tarraconense, que se extendía por gran parte de las provincias actuales de Zaragoza, Teruel,  Cuenca, Guadalajara  y  Soria. 

Esta hilera de grandes piedras ciclópeas muy
erosionadas, marcan las ruinas Celtibéricas
en lo alto del cerrillo de la ermita del Santo.

Pórtico de la Ermita de SanSebastian

Otra vista de las ruinas Celtibéricas de éste sitio en 2002.

Montículo en lo alto del cual se pueden encontrar las ruinas

EL CASTILLEJO Y EL CASERÍO DE VILLA IBÁÑEZ:   En éstas fotografías se  ve un  pequeño cerro puntiagudo, en lo alto del cual se encuentran grandes piedras que marcan un semicírculo, que por el nombre del sitio puede tratarse de las ruinas de otro castillo, del cual quedan algunas muestras de las ruinas. 

Al pie del cerrillo en la cara Sur se encuentran montones de piedras sueltas, algunas formando hileras de paredes destruidas confirmando las ruinas del Caserío de Villa Ibáñez.

Ruinas de las paredes de lo que pudo ser El Caserío  



El cerrillo El Castillejo visto desde el cerro La Cueva

La cueva El Diablo Vista desde el Castillejo

Cabecera del plano de compra del monte de Villa Ibáñez
a unas Monjas, por  cuatro vecinos de Piqueras el año 1928

Otra vista de la cueva El Diablo